Los que creemos o estamos a favor de la teoría de la evolución hemos de coincidir en que uno de los principios fundamentales del ser humano es la libertad. Luego de lo horrendo de las guerras mundiales la Declaración de los Derechos Humanos, nos condujo al respeto de los demás. No obstante, los gobiernos tiránicos no lo hacen.

En la actualidad se transgrede a un principio elemental y lógico, la libertad de pensamiento. Esto sucede cuando se los trastoca con ideologías, supuestamente progresistas, que más bien parecen obedecer a un insano resentimiento de personas que pese a tener capacidad e inteligencia vierten todo lo negativo del ser humano y se unen a grupos que caminan por la mentira y la audacia.

Incae para el mundo

Así, durante una década, se denostó, agredió, persiguió y calificó negativamente a los comunicadores que no comulgaban ni comulgaremos con aprendices de tiranuelos, envanecidos por el efímero poder al que llegaron con engaños de manos limpias, corazones ardientes y mentes lúcidas y embobaron a muchos con cancioncitas que pronto irrespetaron y dejaron ver que no son lo que proyectan.

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Los comunicadores o periodistas que hacemos prensa en el Ecuador nos caracterizamos por ser personas apegadas a la ética, también por transmitir hechos y acontecimientos tal como ocurren. Hay quienes dedicados a la comunicación organizacional procuran para sus organizaciones imagen y reputación, otros se dedican a la investigación, porque creemos que la verdad nos hará libres, siguiendo las palabras del maestro de maestros.

Jamás acepté que se nos califique de tarrineros, corruptos, sicarios de tinta, prensa basura, amarillista, entre los calificativos que a muchísimos no nos llegaron porque sabemos lo que somos. Los que nos acusaron son los que hoy ejercen la compra de tiempo, o espacios y, tal vez, de conciencias con recursos que no sabemos si tienen o no origen legítimo, porque no conocemos en qué trabajan.

Amenazas a las libertades

Son los mismos que hoy alientan a ciertos periodistas extranjeros, a quienes se les dio oportunidad de ser y trabajar en nuestro país, para que hablen, ofendan y amenacen sin que la autoridad les diga nada. Pero estos nunca harán verano en países donde los comunicadores tenemos conciencia de lo que es la libertad, de saber lo que es la democracia, de saber que por la libertad lucharon nuestros antepasados. Héroes como Olmedo, Rocafuerte, Antepara, Villamil; y en nuestra vida republicana gente de prestigio, de calidad moral e intelectual como Jaime Roldós, Carlos Feraud Blum, Pedro Saad Niyaim, Francisco Huerta Montalvo, Ana Paredes, Rita Lecumberri, Martha Bucaram de Roldós, entre otros, nos han dejado una estela de auténtico servicio a la comunidad ecuatoriana y que hoy su legado y memoria pretenden ser pisoteados por aquellos iracundos forajidos que rompieron diarios para saciar su odio, y venganza contra una sociedad que no tiene culpa.

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Como comunicador protesto ante tanto atropello a la razón, a los auténticos comunicadores y a la ofensa que irrogan, porque no obstante ser reos de la justicia, se ponen el overol de comunicadores y ofenden la memoria de personajes de prensa como Abel Romeo Castillo, Ismael Pérez Pazmiño, Juan Murillo Miró, Jorge Vivanco, Rafael Guerrero Valenzuela, o columnistas de la talla de Joaquín Hernández, Nelsa Curbelo, Willington Paredes, Abelardo García, Walter Spurrier, Cecilia Ansaldo, Nila Velázquez.

Los que fungen de comunicadores asumen contra toda norma un papel no para informar, orientar o educar, sino para difamar, defender oscuros intereses o sencillamente verter odio y amenazas. (O)

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Orlando Alejandro Murillo Carvache, comunicador social, Guayaquil