El no pensar igual no nos hace enemigos; ni usted ni yo tenemos completamente la razón. Lo que para unos no tiene mayor relevancia, para otros es de vital importancia. Un amor cursi, lleno de detalles, quizás para muchos es irrelevante y empalagoso, pero el que a uno no le agrade no quiere decir que no esté bien. Viva y deje vivir. Ninguno debe hacer burla o tachar de equivocado al otro por vestirse o llevar la moda a gusto personal; usar escote o ropa larga y floja, colores fuertes o ropa oscura; cabello de colores, blanco o sin cabello. Es cuestión de gustos.
No es determinante si alguien es bueno o malo por no hacer lo que dicta una sociedad llena de complejos. El profesar o no una religión no debe ser motivo de creerse mejor persona que otra. Si a usted le gusta aparentar una felicidad para que la sociedad lo admire, ¡bien por usted!; pero si a otra persona no le gusta vivir en medio de mentiras, simplemente cada uno toma el rumbo que decida.
No juzgue. ¡Viva! Sea feliz. Procure ir por el camino esparciendo felicidad, amabilidad y bondad.
El que a usted le gusten o no los animales no es problema; lo malo es que crea tener derecho de maltratarlos. Absolutamente nadie debe lastimar a otro ser vivo. Lo único en lo que todos debemos concordar es: no robar, no matar, no humillar, no ser avariciosos, no mentir y no dañar al prójimo. Mientras actuemos dentro de las leyes y entendamos que nuestros derechos terminan donde comienzan los de los demás y que el dinero sirve para comprar todo, menos el sentido común, valores, honradez, bondad, educación y libertad, todo estará bien.
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Así que, si usted desde su perspectiva ve un hermoso 6, respete el 9 que ve la otra persona. No juzgue. ¡Viva! Sea feliz. Procure ir por el camino esparciendo felicidad, amabilidad y bondad. Recuerden que nada es eterno y hoy puede ser usted quien necesite apoyo y mañana puedo ser yo, así que demos lo que queremos recibir. No hay que parecer: hay que ser. (O)
Aissa Pazmiño Real, técnica en Marketing, Guayaquil
