En Amor y libertad el columnista Inkarri Kowii crea una definición sobre la libertad en el amor y afirma que el poliamor no es amor. Voy a hacer unas aportaciones.

La libertad en el amor podría ser entendida como la decisión de responder al deseo que despierta en mí una o más personas con la intención de cultivar y desarrollar una o más relaciones. El amor nace espontáneamente, no controlo de quién me enamoró, en ese sentido yo no lo escojo, el amor me escoge. Nuestra libertad radica en aceptar o rechazar ese llamado. Todo este enunciado puede adaptarse a la no monogamia ética.

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¿Poliamor? No, gracias

Kowii dice que la monogamia es consecuencia del progreso, de un orden “natural” y que responde a una verdad. Sin embargo, no define estos conceptos. Da por hecho un consenso que no existe. ¿Acaso la historia de la humanidad no está repleta de tensiones sobre significados? Este es un problema semántico: ¿qué es el amor?

¿Cómo lo viven otros? Musulmanes y mormones practican la poliginia donde un hombre puede tener relaciones con varias mujeres. Culturas en India, China y la Amazonía, practican la poliandria donde una mujer mantiene relaciones con varios hombres. Las relaciones abiertas, permiten tener relaciones exclusivamente sexuales con terceros. Los swingers mantienen intercambios sexuales entre parejas; los poliamorosos mantienen múltiples relaciones amorosas. Existe la polifidelidad, donde más de dos personas mantiene una relación sexo-afectiva cerrada, también el poliamor jerárquico, no jerárquico y anarquista, entre otros.

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En defensa del poliamor, la monogamia y la libertad

Kowii invalida las experiencias de millones. Desde musulmanes hasta indígenas amazónicos o hipsters de la Floresta y sugiere que estas prácticas son “antinaturales”.

La historia da ejemplos de otros intentos de vigilancia del amor. El matrimonio interracial en Estados Unidos era considerado antinatural e ilegal hasta 1967. El matrimonio igualitario era ilegal en Ecuador hasta el 2019. Como grupo que vive fuera de la norma, los poliamorosos somos susceptibles a la discriminación. En 2024, en Oakland, California, se pasó una ley que reconoce a las familias poliamorosas y las protege.

Amor y libertad

Kowii parece ignorar que aparte de conceptos hablamos de personas y experiencias encarnadas que son llamadas y vividas por sus protagonistas. Aunque aplaudo su búsqueda, finalmente noble, de definir: ¿qué es el amor?, sospecho de la seguridad con la que presenta que la Verdad con V mayúscula del Amor con A mayúscula ya se le ha sido revelada a –él– y dictamina que: el amor es y solo puede ser monógamo. Me emociona infinitamente pensar que como sociedad estamos descubriendo, construyendo y haciendo el amor. (O)

Vanessa Terán Collantes, magíster en antropología visual, Quito