En estos días difíciles nos hace falta recordar que Ecuador no es violencia.
No somos delincuentes, ni terroristas, somos gente trabajadora y honesta, determinada y sonriente. El caos nos tiene con los brazos caídos y con el alma rota, vamos a reponernos otra vez.
Regresaremos con más fuerzas y con ideas brillantes para resurgir, vamos a volar como el cóndor sobre lo más alto de la cordillera, majestuoso e imponente, y es precisamente lo que refleja la naturaleza de este país, es lo que hay en el corazón de los ecuatorianos, pero, ya es suficiente, el dolor, el miedo y la desesperanza no nos permiten ver más allá, la crisis crea destrezas, solo hay que buscarlas. A los combatientes, muchas gracias por poner su vida al frente, su entereza está a prueba, no decaigan, les envío mucha fuerza a su familia.
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La solidaridad en tiempos de guerra en Ecuador
De esta situación salimos juntos. Reinventarse no es una opción, es una obligación. (O)
Karla Jaime Moreira, abogada, Guayaquil