Esta nota la escribo en el día 18 del paro nacional, en el que se producen movilizaciones populares en contra del Gobierno del presidente Daniel Noboa Azín.

El paro hay que analizarlo no solo desde lo político, sino desde lo profundo.

Paros: consecuencia del abandono gubernamental

Desde lo político: la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y los movimientos sociales exigen la derogación del Decreto Ejecutivo número 126, en contra del alza y retiro del subsidio del diésel y todo lo que implica una medida como esta. Además se objeta la convocatoria a consulta popular para que como pueblo ecuatoriano decidamos sobre las preguntas que plantea el Gobierno nacional.

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La democracia es eso: cogobernar con el pueblo, y la mejor alternativa es preguntando a los mandantes, es decir, a la ciudadanía ecuatoriana. En mi caso, apoyaré en unas preguntas el ‘sí’ y en otras obviamente he decidido votar por el ‘no’.

Retomando el tema de los combustibles, recordemos que hace un par de meses se retiró el subsidio a la gasolina extra y ahora el diésel; por ende, se han calentado los ánimos, pero lo mejor en este punto es el diálogo y que cedan las partes por el bien del país y que no se actúe por caprichos.

¿Por qué Ecuador no progresa?

Desde lo profundo, comparto ampliamente lo que dijo el cardenal Cabrera: el problema va más allá de lo político; es social; es por la falta de empleo adecuado, de salud y educación; es por la corrupción e inseguridad. A estos puntos yo añadiría las pandillas, la desnutrición infantil (especialmente en las comunidades indígenas), la falta de atención y rehabilitación carcelaria; es decir, a mi criterio, es una falta o casi nula visión y atención por parte del Gobierno y sus autoridades a lo social, lo cual lo he manifestado en varios foros y ocasiones. (O)

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Enrique Cobo Bustamante, Guayaquil