El pánico es un arma eficaz y sumamente peligrosa cuando se busca direccionar o más bien dicho torcer la voluntad de un conglomerado social. Se puede deducir que, esta arma, además de su eficacia y peligrosidad, también se perfila como un recurso ilícito por parte de los interesados en el propósito ya señalado. Ahí tenemos claros ejemplos registrados en la historia: rl Tercer Reich con su líder diabólico Adolfo Hitler, logró dominar por un periodo nefasto y, aparentemente, interminable, gran parte de Europa, con incidencia en la política y la economía del mundo entero. Otros ejemplos los tenemos en las acciones de Joseph Stalin, Anastasio Somosa, Fidel Castro, Idi Amín Dada, Jean- Bedel Bokassa, etc.

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Fue con el pánico de la población, como arma principal, que estos siniestros personajes se entronizaron en el poder en sus respectivas naciones con saldos funestos para la vida democrática propia del mundo moderno.

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Ahora, en Ecuador se está utilizando esta arma deleznable, pero no por parte del gobierno actual, si no por parte de los que quieren volver al poder para arrasar con la riqueza del país que ya fue mermada y saqueada en años anteriores y que no contentos con lo que se robaron, quieren venir aplastando a quien sea y a lo que sea, incluido el sistema de justicia, las leyes, el respeto y los intereses nacionales de un pueblo que quiere trabajar para generar riqueza y vivir en paz.

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Es lo que se puede deducir cuando nos enteramos por las noticias que los robos tienen como botín objetos insignificantes en relación con las acciones perpetradas. Una camioneta de alta gama que rompe las puertas de un almacén para llevarse tres bicicletas; un taxista secuestrado que no tiene más que deudas y el apuro diario por dar de comer a su familia; una cartera con objetos de poco valor que es arrebatada a una chica en Urdesa; y, así, se nota claramente que el propósito no es hacerse de un gran botín, si no el de crear el pánico para aumentar la crisis en la población por la inseguridad.

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¿De dónde provienen estas órdenes? ¿Quiénes son los interesados en generar el caos emocional, cerca de las elecciones? Es algo que todos debemos observar y analizar para no caer en equivocaciones que, ahí sí, podrían ser decisorias para que el pánico se institucionalice en el país.

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Y otro pánico que se está cocinando para los guayaquileños es el que se deriva del pago del impuesto al rodaje con posible efecto retroactivo que bien podría ser suprimido o modificado mediante ordenanza municipal en la que se contemple también el arreglo de semáforos; la aplicación de sanciones para los contraventores que, ahora, hacen lo que les da la gana, espero que se aplique mayor control del tránsito en las calles de la ciudad utilizando el dinero que se piensa recaudar. (O)

Enrique Álvarez Jara, periodista jubilado, Guayaquil