Venimos invitados a un mundo inteligente donde todas las piezas están coordinadas unas con otras, el día con la noche, el frío con el calor, el invierno con el agua, el verano con el frío, en primavera florecen las flores, en otoño se desintegran. Nada se crea todo, se transforma. Todo está regido por leyes y normas, como la ley de la gravedad, por eso no nos caemos al rotar la tierra; la ley de la relatividad, todo es relativo, todo tiene un principio y tiene un fin, el que la hace la paga, lo que siembras cosechas. Tengo una mata de mango y cada día que salgo veo cómo crecen los mangos a un ritmo que me conmueve y asombra y porque siempre por estas épocas se producen y ellos jamás se equivocan.

El ferrocarril, el diésel y la gestión alimentaria

Y nosotros somos producto de un milagro, entre millones de posibilidades solo un espermatozoide en la mayoría de las veces acierta a penetrar en el bendito óvulo, ¿y los otros millones?, a desaparecer. Khalil Gibran decía que a cada uno de nosotros se nos asigna una tarea en el corazón, yo diría en el cerebro, por eso Dios lo puso en la parte más alta de nuestro cuerpo con un peso de 1,3 kg, aunque el tamaño no está relacionado con la inteligencia o la capacidad cerebral.

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Más abajo está el corazón latiendo y latiendo, poniendo un ritmo a la vida para que lo escuches, es el lenguaje del amor en su más sincera expresión, pero Dios dice arriba, siempre arriba está el que manda, el cerebro con sus millones de neuronas, una sofisticada computadora constituida por dos hemisferios el izquierdo que dice piensa, piensa antes de actuar, y el derecho se deja influir por las emociones como el amor.

Juventud y carácter

Hay dos emociones básicas: el miedo y el amor, cuando usted vence los miedos aparece el amor, amar es un riesgo, pero un riesgo hermoso que lo hará, aunque sea un tiempo, disfrutar plenamente de la vida. (O)

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Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro