Qué lástima, ni el fútbol se salva del escándalo.
Los medios de información dijeron que la policía detuvo a un futbolista involucrado en actividades ilícitas, supuestamente relacionado con pandillas.
No comprendemos cómo figuras deportivas queridas y respetadas por los hinchas y la prensa, que despuntan positivamente caen en cosas malas por las malas compañías conocidas en sus barrios, o por asociarse a personas de dudosas actividades que los adulan y los involucran por caminos equivocados.
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A los futbolistas y todos los deportistas, el Ministerio del Deporte debería educarlos para que mediten en los principios y valores, y en el buen nombre y buen ejemplo, que como personas y atletas deben dejar a las futuras generaciones de la patria, para orgullo de ellos mismos, de sus familias y del Ecuador que los ven triunfar. (O)
Carlina Cepeda U., Bahía de Caráquez