Sobre hospitales del Ministerio de Salud y del IESS, por la falta de insumos, instrumentales e ineficientes atenciones, escribo lo que acontece y no debería suceder.

En el IESS, afiliados y jubilados acuden a citas médicas exponiendo su existencia, ya que la mayoría de las atenciones las seleccionan para las primeras horas de la mañana, a las 06:00, o a partir de las 19:00 en adelante; pasando por alto el acecho delincuencial que tienen que sortear para asistir a las citas. Se presentan ante la enfermera quien les toma los signos vitales, la presión arterial, los pesa y mide la estatura. Con esa información entran al consultorio, el médico pregunta: ¿sufre de diabetes, hipertensión, ha sido operado, otras enfermedades...? Se entiende que en las historias clínicas constan esos datos, es cuestión de buscarlos en internet; los resultados de los exámenes de sangre, radiológicos, ecográficos, etc., se reflejan ahí. Por eso me extrañó que después de que a fines de noviembre de 2022 me realizaron exámenes de sangre y ecografías, y que me presentase a la cita médica el 23 de enero de 2023, el médico me derivó a pedir turno para realizarme ecografía y exámenes de sangre. El paciente se pregunta: ¿El IESS derrocha dinero o no hacen los exámenes? Fui a una nueva consulta por otra dolencia hace tres meses, a las 06:55, 45 minutos antes de la cita. Repitieron el protocolo: el médico me envió a una cola a sacar turno para una ecografía, en la ventanilla un señor cogió mi orden, cédula, y dijo regrese en 15 días a preguntar; a buen entendedor, pocas palabras: preguntar si ya están tomando los ecos para que me programen la fecha. Pedí que me escriba la fecha, escribió de muy mala gana. El error de la atención es la insinceridad. Debía colocar en un letrero que no estaban dando el servicio, así en lo sucesivo evitar aglomeración, ahorrar tiempo, molestias al afiliado. (O)

Antonio Jijón, jubilado, Daule