Las normas de Comportamiento Ético Gubernamental emitidas por el presidente Guillermo Lasso, que remplazan los voluminosos e inaplicables códigos de ética, marcan la pauta para el funcionamiento integral del sistema de control y una auditoría de la gestión pública.

Para que se cumplan con rigurosidad estas normas, sugiero las siguientes acciones que con adaptaciones aplica todas las normativas: amplia difusión dentro y fuera del Gobierno utilizando medios creativos y de bajo o ningún costo, con énfasis en los centros de educación y otros actores sociales; comprobar el conocimiento por parte de los servidores públicos de todos los niveles jerárquicos; facilitar la presentación de quejas y denuncias protegiendo a los denunciantes, pero también promoviendo respeto a la dignidad humana; incorporar las normas éticas en todos los procesos institucionales; evaluar el cumplimiento de las normas mediante la creación y el funcionamiento de comités de ética, auditoría social o participación de la auditoría interna, cuyos resulta dos deben ser de conocimiento público y originar planes de mejora y seguimiento. (O)

Mario Gustavo Andrade Trujillo, auditor, Quito