¡Qué caos! A Guayaquil llega cualquiera, se disfraza o hace malabares con antorchas con fuego en media calle con tráfico, pide plata sin problema en la tierra de nadie.
Vayamos ecuatorianos a otros países solo a tomarnos una foto junto a una estatua y nos llaman la atención, multan por irrespeto. (O)
Ignacio Luna, Guayaquil