El amanecer nos invita a conectar con los beneficios que nos aporta nuestro rey sol y a tomar como referencia el inicio de una arriesgada jornada más en el planeta, donde nos tiene alquilada alguna que otra zona de su superficie; el alquiler vendrá calculado según el esmerado cuidado con el que la tratemos, el precio se ajustará salomónicamente.

Vivimos socialmente en tiempos convulsos (como así ha sido y será en otros periodos de la convivencia), pero ya sea por aburrimiento, egocentrismo o cansancio existencial, estamos decididos a cambiar todo aquello con lo que la naturaleza nos ha obsequiado (incluido el alquiler). Está bien, pero agredir contra las leyes naturales permitiendo concienzudamente el aborto, la eutanasia, el cambio de sexo, la zoofilia, la construcción de edificios con cimientos de barro, fiscalizar lo que la tierra nos regala por el ego capitalista de los que dirigen países y multinacionales sin escrúpulos... Los habitantes de la Tierra hemos convertido el ritmo natural de la vida en nuestro principal enemigo. Y será el mismo planeta el que nos mande a Marte sin necesidad de pasar por la NASA. (O)

Jesús Sánchez, Calpe, Alicante, España