Aún lacerante la pandemia, nos marca el dolor de la enfermedad, compartido en vergüenza supina con la vieja corrupción que enferma nuestra sociedad. En esa misma roca de sufrimiento, se talla el espíritu de quienes jamás se doblegan.
En homenaje que celebraba los 200 años de la Independencia de Guayaquil, se origina la Cumbre Salud Pública 2020, evento de acuerdo nacional por la salud pública ecuatoriana, cuyo eslogan marca un sendero, ‘Del dicho al derecho’, enaltece la respuesta de un ámbito de salud herido que se reagrupa superando su pasado para germinar una propuesta que llena de esperanza por su contenido, con un mea culpa; y dando ejemplo de concertación, reúne sus saberes y liderazgos para conformar un ejército que luchará por una nueva República.
Olmedo otorga identidad a sus gestores, y a muchos que deben reunirse para fortalecer tan generosa empresa que permite conciliar el pasado con el presente para plasmar el futuro. Es un encomiable acto noble que persigue mejores días para la salud ecuatoriana, emulando la gesta independentista. Reconozcamos la esperanza, hagámosla realidad...
La salud es libertad. (O)
Ulises Mármol Balda, doctor, Guayaquil