El diccionario al “nacionalismo” lo describe como movimiento que propugna el dominio de una nación sobre otra; y está en contraposición a “nacionalizar”, que significa admitir en un país como nacional a un extranjero. De lo que se deduce que la palabra país define extranjeros a otras nacionalidades –tal vez del Tahuantinsuyo que actualmente no tiene territorio–; estas son enseñanzas de asesores de la Constitución que dijeron que duraría 300 años, y que por justicia indígena estos grupos debían tener un ‘consulado’ en un territorio de un kilómetro cuadrado.
Algo parecido sucede en el IESS que recibe a 1’200.000 campesinos dedicados a la agricultura. Su patrono debería ser el Ministerio de Agricultura, y como los del Tahuantinsuyo, que subsistan dentro del seguro social. Pero en la actualidad estos producen al IESS un déficit anual de $ 1.000 millones. Y qué decir de los que deben proteger el sistema de salud, deberían tener de patrono al Ministerio de Salud, pero han producido al Estado un déficit de $ 3.000 millones. Deberían interpelar a ciertos de estos que pretenden ser presidente, con sus respuestas se identificaría a cuenteros. La politiquería no debe seguir esquilmando las reservas en el IESS que son de los trabajadores. (O)
Salvador C. Loffredo Autheman, ingeniero civil, Guayaquil