La ética médica contemporánea se ha visto muy influenciada por la aparición en Estados Unidos de los llamados “principios de la bioética”: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. Sin embargo, estos principios son ambiguos.
Cuando los nombres de dichos principios son asumidos por autores cultivadores de la ética médica hipocrática, aparece otra ambigüedad, externa, que termina influyendo en un contenido conceptual y provocando un deslizamiento hacia un relativismo más o menos abierto. Para evitar este problema es necesario establecer principios alternativos que carezcan de dichas ambigüedades y deban ser interpretados de modo no relativista. Esta nos parece la postura más adecuada para enseñar y mantener un discurso ético en Medicina, que no se aparte de la ley natural. (O)
Mario José Monteverde Rodríguez, doctor en Medicina, profesor de Bioética, Guayaquil