Somos un millón de ecuatorianos los que hemos diferido los pagos de nuestros créditos. En total se contabilizan $1200 millones en el mes de abril, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Bancos. Las agencias de cobro continúan llamando a diario hasta hoy en día, de no contestar o de colgarle, marcan a algún familiar, por otro lado, cuando le contesta, un frío agente le recuerda que le tiene encima la espada de Damocles, que pueden demandarle si no paga cuanto antes, no importa que le indique que su mermado sueldo no le alcanza; que están desempleados; etc. Seguirá recordándole que sus intereses crecen día con día.
Las llamadas seguirán. ¿Sabes cuántas veces llaman a un padre, una madre, para que pague una deuda? La desesperación que sientes al encontrarte en esta situación es colosal, difícil de asimilar. (O)
Isaac Alejandro Pozo Endara, 20 años, universitario, Quito