Esperamos que la nueva administración en la ATM complemente el ordenamiento del tránsito aún caótico por una tendencia –casi genética– de irrespeto al ciudadano y a las normas.
Motos son conducidas irresponsablemente a exceso de velocidad, ocasionando accidentes y desgracias como la ocurrida en el puente de la Unidad Nacional, les deberían prohibir su uso y remplazarlas por motonetas o vehículos livianos eléctricos que tienen menor rango de velocidad.
Nuestra ciudad es la única en el país donde no se usa el taxímetro con el pretexto que no se actualizan las tarifas, aunque en Quito, con similares niveles, se usa.
Se conduce agresivamente contra la seguridad de ciclistas y peatones, lo cual debe ser severamente reprimido.
El transporte urbano, salvo la Metrovía y la línea 89 de movilidad eléctrica, parecen ser la excepción en el irrespeto a las normas y al usuario, como sucede en las mayorías de las líneas como la 82, actualmente 15, cuya frecuencia excede de los 20 o 25 minutos, a diferencia de otras que pasan cada 5 o 7 minutos, irrespetando paraderos y al usuario como sucedió el sábado 22 que mi cónyuge, de la tercera edad, tomó la unidad disco 1235 que no se detuvo en el paradero y lo hizo en el carril opuesto, con el riesgo respectivo, lo que motivó el lógico reclamo, por lo que fue vejado por el chofer y una acompañante. Es urgente organizar y disciplinar el tránsito y transporte. (O)
María Anunzziata Llerena Naranjo, Guayaquil