El pasado viernes, la justicia admitió la acción extraordinaria de protección planteada por la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, contra el gobierno central, que por meses ilegítimamente retiene 104 millones de dólares de IVA.

Más allá de la argumentación jurídica, que con seguridad tendrá otro round en la Corte Constitucional, mi intención en esta ocasión es reflexionar en torno al fondo de la controversia.

Hemos repetido muchas veces en esta columna que uno de los principales males de los que adolece el Estado ecuatoriano es el agobiante centralismo que deviene, a su vez, en la injusta y grotesca concentración de instituciones, personal y recursos públicos en la capital de la República.

Situación que es muy conveniente para la capital, sus empresas y ciudadanos cuando el Estado central tiene recursos, pero perjudicial cuando este queda en soletas como ocurre en la actualidad, gracias a la década del despilfarro correísta en gran medida y a malas decisiones económicas emprendidas en los casi tres años del actual gobierno.

Y como el centralismo y la injusta distribución de los recursos públicos datan desde que existe la República del Ecuador (intensificándose a raíz del boom petrolero), hay ciudades como Guayaquil que, sobre todo en las últimas dos décadas, entendieron que debía seguir su propio rumbo sin depender de recursos públicos que tarde, mal o nunca llegarían.

Pero no conforme con mantener un perverso esquema de concentración de recursos públicos en la capital, en detrimento del resto del país que también es Ecuador, ahora bajo la absurda modalidad de la devolución de IVA que jamás debió existir, por evidentes razones, el gobierno central, cuyas finanzas sobreviven con máquina de oxígeno, simplemente retiene valores que jamás debieron llegar a su poder y con ello le impide a Guayaquil invertir esos valores en servicios públicos y obras para sus ciudadanos, especialmente para los más necesitados.

¿Que hay una crisis económica? No hay duda de ello.

¿Y acaso esa es una razón suficiente para privar a la ciudad de dineros que les pertenecen a sus ciudadanos? Evidentemente no.

¿Qué ha hecho el gobierno central con el dinero que le corresponde devolver al Municipio de Guayaquil?

¿Tiene el gobierno central ese dinero en la cuenta única del tesoro?

¿Cuál es el saldo de la cuenta única del tesoro, por ejemplo, al día de hoy?

¿Cuál es el saldo del dinero que las diferentes instituciones del Estado creen tener en el Banco Central?

¿La suma de esos saldos está actualmente depositada en la cuenta única del tesoro?

¿Cuál es la realidad de la situación económica del Estado central?

¿Qué esperan los demás municipios y prefecturas para defender los fondos de sus ciudadanos y exigir no solamente la devolución del IVA, sino en otros casos los valores adeudados por las asignaciones que por Constitución les corresponden?

En lugar de estar cabildeando candidaturas para el 2021, deberían dar un paso al frente y explicarle al país, parafraseando al Dr. Vladimiro Álvarez Grau, respetado exmaestro y amigo… ¿Dónde está la plata?

(O)