El asesinato del fiscal Carlos Karolys Piedrahíta, ocurrido la mañana de ayer en el norte de Guayaquil, resulta un hecho alarmante. El comandante de la Zona 8 confirmó que alrededor de las 11:00 se encontró su cuerpo baleado dentro de un vehículo particular que recibió al menos doce tiros.
Karolys reingresó a la función de fiscal en Guayas el pasado 1 de junio, ya que había sido destituido como fiscal hace cinco años por un caso de error inexcusable en sus funciones; y el 17 de junio fue asignado como fiscal del cantón Daule.
La Fiscalía señaló que se encuentra de luto por la muerte de uno de sus funcionarios y que investigará el hecho hasta determinar a los responsables.
Cuando las acciones delincuenciales fijan objetivos en funcionarios de la justicia, las investigaciones deben enfocarse, con celeridad y precisión, en hallar las motivaciones del hecho criminal y a los actores materiales e intelectuales, si los hubiere, para evitar la impunidad y detener a tiempo una escalada de violencia que podría tener como meta amedrentar y entorpecer la administración de justicia. (O)