Un nuevo retroceso en la administración pública se advierte en el país ante la decisión gubernamental de volver a implantar el sistema de las escuelas unidocentes en el país, contrariando los avances que en este aspecto se vienen ejecutando desde hace varios años con la creación de las Unidades del Milenio, que tantos beneficios han traído al desarrollo de tan importante área social, como lo es la educación nacional.

Es decir, volver a la escuelita con un solo profesor para siete cursos, el mismo que dicta todas las materias, sin los recursos e implementos modernos que exige un actualizado sistema de enseñanza-aprendizaje, y con establecimiento en pésimas condiciones estructurales, es como mantener en la ignorancia al pueblo para poder seguir manipulándolo, según opinan destacados conocedores de este importante tema.

En las Escuelas del Milenio los estudiantes cuentan con modernas bibliotecas, equipados laboratorios de Química, Física, Biología, Idiomas, Computación, Tecnología; comedores, canchas deportivas, auditorios, etcétera; así como con profesores especializados que brindan una eficaz enseñanza a los alumnos, de acuerdo a las técnicas contemporáneas de la educación.

Se aduce que existe deserción estudiantil debido a la distancia que tienen que cubrir los niños y jóvenes, en algunos casos, pero esto ha sido objetado públicamente, pues para ello es necesario mejorar el sistema de transporte, tal como lo han reportado informaciones, reportajes de televisión que se hicieron hace poco tiempo.

Parece que personas interesadas en mantener una hegemonía en la administración de las escuelas y en las comunidades han hecho posible que se retroceda en tan importante servicio social que está obligado a brindar el Estado a la población ecuatoriana.

Ojalá el sector oficial de la educación reflexione y revea tan absurda, errada, decisión.(O)

José Gorotiza Véliz,

profesor y periodista, Guayaquil