Entre 1990 y 2014 se dio en Ecuador una significativa disminución de la tasa de mortalidad neonatal (que incluye a los nacidos que alcanzan los 28 días de vida); pero a partir de ahí hubo un repunte: el número de muertes de neonatos por cada mil nacidos vivos pasó de 4,6 en el 2014 a 5,6 en 2017, último dato disponible en el INEC.

Las seis principales causas de mortalidad neonatal en el país son: dificultad respiratoria, sepsis bacteriana, trastornos por prematurez, bajo peso al nacer, malformaciones congénitas del corazón y asfixia. Aunque algunas de ellas no son prevenibles, un control prenatal óptimo puede reducir el riesgo de muerte de los neonatos; una embarazada debería tener como mínimo ocho controles médicos.

En un informe presentado ayer por este Diario se señala que la tasa de embarazo adolescente que tiene el país (la segunda más alta en Latinoamérica) aumenta el riesgo de la mortalidad neonatal, porque conlleva el riesgo de presentar hipertensión, anemia u otras complicaciones asociadas a la ausencia de un adecuado control neonatal. Debe capacitarse tanto a los adolescentes como a sus padres para crear conciencia sobre los riesgos que implica un embarazo a temprana edad. (O