La Iglesia de Estados Unidos identificó ayer a 180 sacerdotes acusados creíblemente de abusar sexualmente de menores de edad durante varias décadas en cinco diócesis católicas de Nueva Jersey.
Aunque muchos de los mencionados ya han fallecido o ya no son parte del clero, el arzobispo de Newark, que nombró a 63 antiguos curas, dijo en un comunicado que esperaba que divulgar los nombres “traiga consuelo a aquellas personas cuyas vidas han sido profundamente ultrajadas”.
La decidida acción de la justicia común lo ha hecho posible. El fiscal general de Nueva Jersey creó el año pasado una comisión para investigar casos de abusos sexuales por parte de curas luego de que se conociera que un jurado investigador de Pensilvania identificó en un informe a más de 300 curas abusadores y más de 1.000 víctimas.
Las acciones que buscan visibilizar a los abusadores son cada vez más frecuentes; exponerlos y sancionarlos es una manera de impedir que sigan cometiendo las atrocidades que realizan mientras permanecen encubiertos e impunes. (O)









