Tener conexión wifi desde el despegue hasta el aterrizaje se convierte en parte esencial durante el viaje de los pasajeros latinoamericanos. Así lo establece la cuarta edición de la encuesta anual global Inflight Connectivity Survey, publicada recientemente.
Según el estudio sobre la conectividad a bordo, el acceso a internet ya se ha vuelto parte de la vida cotidiana de más de la mitad de los encuestados latinos (83%), quienes consideran que es “fundamental”. Más de dos tercios (69%) de los pasajeros de la región describen el acceso a wifi en vuelo como algo crucial.
Así, un servicio nuevo implementado por la industria de las aerolíneas se hace parte importante en el momento de comprar un pasaje y se posiciona como un elemento clave a la hora de la elección, llegando al nivel de factores tan decisivos como la reputación de la aerolínea y el equipaje sin costo, por supuesto.
La transformación digital es una ruta sin retorno y se filtra en todas las áreas casi imperceptiblemente.
Un sistema para rastrear cómo se prepara tu pizza ordenada vía web o a través de una aplicación hasta que llega al domicilio, es otro ejemplo de cómo el uso de la tecnología sirve para ofrecer mejores servicios a los clientes quienes buscan más facilidades y mejores precios. Esta herramienta tecnológica disponible en Estados Unidos y Centroamérica muestra que esos niveles de atención son fácilmente adoptados por los clientes quienes de manera inmediata convierten la posibilidad de rastrear una orden como un estándar de la industria.
Y ya no es cuestión de pensar solo en la población joven en el momento de implementar un cambio digital. Las estadísticas revelan que además de los exigentes millennials, cada vez el mercado de los séniors es preocupación de los expertos en innovación empresarial.
Así por ejemplo en el área del retail, específicamente en los supermercados, las miradas apuntan como objetivo al consumo de los viejenials o más conocidos como séniors del siglo XXI. Las cadenas de alimentación han adaptado su oferta a la población que tiene una alta esperanza de vida. “Caminamos hacia una sociedad más envejecida y el sector de la distribución se ha adaptado a ello”, asegura el Informe Nielsen 360. El estudio menciona que los séniors del siglo XXI comparten muchas cosas de las tendencias de los jóvenes: claridad en el etiquetado, la accesibilidad, así como la proximidad de los establecimientos.
Disminuye la brecha digital al crecer cada vez más la creación de perfiles de personas mayores, la utilización de tabletas y dispositivos móviles e incluso la generación de campañas o contenidos para este grupo de personas. Todo este contexto está teniendo eco en las redes lo cual se ve reflejado por ejemplo en el crecimiento de los Instagrams (usuarios activos en redes con más de 65 años). Los séniors eran considerados hasta ahora como un nicho de mercado con difícil acceso, pero su ímpetu y energías de vivir ha causado un giro que se refleja en los estudios de mercado.
Pese a estas señales tan claras de la necesidad de una reinvención, existe un gran porcentaje de empresas que aún se resisten a darse cuenta de que la transformación digital llegó para quedarse. En el Congreso América Digital que se realizó en Santiago a inicios de este mes las cifras que se mostraron son cuestionadoras.
Greg Perotto, vicepresidente de Marketing de la empresa canadiense HootSuite, asegura que un 70 por ciento de empresas aún no tiene definida una ruta digital que la lleve a tener un papel protagónico en este nuevo contexto global en el que no se tiene la opción de ser o no ser.
Simplemente es una realidad que llega para quedarse.(O)