Las redes sociales cumplen un papel importante, surgen en el campo familiar, en el campo de la industria, la medicina, los negocios, etcétera; en el mundo virtual globalizado del siglo XXI. Facilitan a los adolescentes y los jóvenes acceder a la información y comunicación, interactuando de manera acelerada como líderes en creación de páginas, blogs, musicales, videos, investigación, desarrollo, adopción y adaptación de contenidos, contacto virtual...

No obstante, si no se toman las debidas precauciones, las redes sociales pueden convertirse en armas de doble filo por transmitir por la inmediatez, información que no puede ser ética y responsable. Cualquier persona puede generar contenidos de cualquier índole que desee; es impresionante el despliegue de la cadena de información que se puede masificar en cuestión de segundos. A través de dispositivos móviles personales, disponemos gran parte del tiempo en navegar en las diferentes redes y en cuestión de segundos leer y enviar mensajes. Los medios de comunicación tradicional optan por esta herramienta para cumplir con su rol y no pueden correr el riesgo de transmitir una información que no está verificada, documentada y no es confiable; lo que podría debilitar la credibilidad del trabajo periodístico.(O)

Allison Vivanco, Guayaquil