Ipiales, a 15 de agosto de 2012.

Excelentísimo:

Con un poco de preocupación le escribo. Me cuentan que usted está cabreado, y no le falta razón. Las cosas se salieron de cauce, pero mi intención siempre fue buena y puse todo mi empeño en esta misión. Yo me siento contrariado, por momentos culpable y hasta he llegado a pensar que no soy digno de su confianza, pero no es así jefecito, y para demostrarle le presento aquí un F.O.D.A.* de mi persona. Mejor dicho un J.O.D.A., ¿no? Porque honestamente la misión se botó jodiendo.

J. Mi juerte, su excelencia, es sin duda mi hinteligencia, no en vano me dieron el nombramiento en la SENAHIN y me encomendaron tan ardua misión.

O. Mi oportunidad: ¡Chuta! Mi oportunidad fuera que usted me dé otra oportunidad, mi jefe.

D. Mi debilidad: Esta fue sin duda mi extrema confianza, porque como verá usted, de acuerdo a los hechos que paso a relatar, todo lo que pasó fue por confiado, nunca por cojudo.

Ya estando yo en el vecino país, con todo listo y la misión clarísima me fui a contratar, de acuerdo a las instrucciones recibidas, un sic-ario. Llegado al sitio, ¿cuál ario, pues, cuál ario? Todititos eran gente como uno. Tonces ahí me vengo a dar cuenta que ya nuay el Sic y que el guion era para separar la palabra sicario, pues. Estuve pilas y contraté dos. También procedí a alquilar un auto. Ahí creo que me salí equivocando al pedir la factura, de ganita, vea mi Presi. Todo por pensar que era gasto deducible para el SRI. Es que uno lleva estas instituciones incrustadas en el corazón y en la piel, pues.

A. Mi amenaza Excelentísimo, fueron los dos contratados. ¿No ha de creer que no han sido de ahí y no han sabido conocer la ciudad? ¡Chuta, mala fe los infelices! Otra amenaza el “pico y placa”. ¿No ha de creer que allá también han tenido este maldito tema? Uno que cree que solo en Quito por los malos alcaldes pasan estas cosas. Entonces, mi jefe, estuvimos de malas mismo y tocó retrasar el operativo hasta la hora pertinente.

Una vez cumplida la misión y subido el objetivo al automóvil arrendado a mi nombre, el par de mal mandados se pierden, se meten en contra vía, se dejan atrapar por la policía, o sea todo mal. En ese punto, ya nada ya.

Para concluir mi Presi, y como dicen los entendidos: “parafraseando” el nombre de la misión (o mejor dicho el apellido), le diré verdaderamente que a la final, todo el trabajo prolijo e hinteligente que realicé para llevar a buen puerto la misión encomendada, ¡fue en balde!

Ahora mi Señor, solo pido su amparo y protección. No me desamparará si esto sale a la luz, verá. Yo confío en usted y en su todopoderoso poder, siempre estaré para servirle y llevar a cabo cualquier misión, por lejos o difícil que fuere, pero una cosa si le digo jefecito: uno es bueno, uno es dócil, uno es fiel, pero no pendejo.

Su hinteligente y s.s.

Agente Ch.

* Análisis de las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas.(O)