Moralidad, integridad y honradez en las acciones son requisitos fundamentales para quien actúa como representante del ministerio público en un tribunal, porque tiene entre manos intereses de la comunidad al investigar delitos y resguardar a testigos y víctimas.

El encargo a 23 fiscales, para relevar a los que estaban prorrogados, lo realizó el Consejo de la Judicatura transitorio (CJ-t) entre los candidatos elegibles de la categoría 3 de la carrera fiscal mejor puntuados del concurso que realizó el Consejo de la Judicatura que fue presidido por el destituido Gustavo Jalkh.

Ante una serie de reparos a algunos de ellos, por actuaciones cuestionadas en investigaciones de casos en los que se han observado irregularidades, como el asesinato del general Gabela, el 30-S, Odebrecht, etc., se resolvió revisar la designación.

El CJ-t dejó sin efecto la nominación de ocho de los fiscales encargados, entre ellos Guillermo Moreno, hermano del presidente, quien había sido designado fiscal en Napo.

La confianza en la administración de justicia, que buscamos reconstruir, no debe admitir la menor sombra de duda respecto de la probidad de sus funcionarios.(O)