El llamado al diálogo de Lenín Moreno a los actores políticos, sociales y culturales, mostró una imagen de mansedumbre que marcó el inicio de la “segunda República revolucionaria”. Lo digo así porque esta palabra rimbombante, “revolucionaria” tiene propiedad intelectual. El poderoso Consejo Nacional Electoral ya lo manifestó a sus excamaradas.
Volviendo al tema, el diálogo nacional empezó y las propuestas a granel no faltaron. Una vez escogidas las preguntas principales de la consulta popular 2018, que surgieron de la buena voluntad ciudadana y estudios de opinión enfocados al triunfo de esta. La victoria por la campaña electoral por el “Sí” llegó a buen puerto, la válvula de escape le permitió al gobierno de Moreno conseguir estabilidad, legitimación y fortalecerse políticamente. La pregunta que cabe hacernos hoy en día: ¿el distanciamiento que produjo la consulta popular con el camarada Rafael Correa afectó el modelo correísta? A partir de ahora todos nos preguntamos si las propuestas de Moreno en lo económico, social y político se han cumplido, mientras tanto el tiempo transcurre hasta que apareció el terrorista alias Guacho, quien influyó en convertir el tema de la seguridad en una de las principales preocupaciones de la opinión pública. Y nuevamente sucede que los ecuatorianos dejamos de pensar en lo político para hurgar nuestros bolsillos. ¿Cómo va a influir el malestar económico en lo ganado en democracia para los ecuatorianos? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, renovados “lugartenientes” del camarada Lenín en esta “segunda República revolucionaria” son acusados por opositores como oportunistas, segundones.., y de haber sido expulsados en los últimos diez años del correísmo por incompetentes. ¿Este equipo reciclado le servirá?(O)
Fabricio Betancourt Ordóñez, abogado, Quito