La vida humana se despliega en escenarios siempre inestables y cambiantes. El propio quehacer del hombre que mejora las condiciones de existencia, al mismo tiempo las vuelve cada vez más precarias. Contamos con los conocimientos y herramientas para que la humanidad pueda alcanzar niveles globales de sostenibilidad, pero esas mismas creaciones de la civilización sirven para radicalizar el desequilibrio planetario colocándonos frente a una realidad dramática, en la cual el peligro de extinción se vislumbra cada vez más cercano. Sin embargo, pese a todas las evidencias científicas en este sentido, nos desentendemos de ellas y desenfadadamente continuamos actuando, marcados por comportamientos que sistemáticamente debilitan las posibilidades de supervivencia de todos, de la naturaleza de la que somos parte y de la humanidad. El espejismo del bienestar material a través del consumo irracional nos hipnotiza y encandila, como las potentes luces de alta resolución lo hacen con los insectos que con ellas se estrellan una y otra vez, hasta que perecen.

En este escenario hay voces que dialogan sobre situaciones que tienen que ver con las acciones del hombre y su impacto social y ambiental. En el espacio ciudadano en el que actúo, solamente durante la semana anterior, se llevaron adelante eventos en las ciudades de Guayaquil, Quito y Cuenca que abordaron el tema de la ética y la bioética en los ámbitos de la sociedad, la salud y el medioambiente. En Guayaquil, en las instalaciones de Diario EL UNIVERSO, tuvo lugar un encuentro de opinión en el cual se plantearon distintos enfoques de la ética. Fue una experiencia altamente valorada por la ciudadanía porteña que ocupó todos los espacios del auditorio, evidenciando el interés que la temática despierta en nuestro país asolado por la corrupción y la burda desvergüenza de muchos, conductas antiéticas que, lamentablemente, se convierten en ejemplos a seguir para grandes grupos de la población. En Quito, personas vinculadas con la bioética de la salud se reunieron para debatir sobre probables aportes al texto del articulado del Código Orgánico de la Salud, que aún se discute. En Cuenca se realizó, en la Universidad de Cuenca, una jornada de bioética y medioambiente, en la cual varios conferencistas trataron el vital tema del ambiente a la luz de la mirada que se desprende del enfoque moral sobre la preservación de la naturaleza.

Este último acontecimiento fue el primero de una serie de actividades académicas de alto nivel programadas por la Universidad del Azuay, la Universidad Politécnica Salesiana, la Universidad Católica de Cuenca, la Universidad de Cuenca y la Cátedra Unesco Ética y Sociedad en la Educación Superior, Universidad Técnica Particular de Loja, que se desplegarán durante el año en curso, en los distintos campus de estas instituciones. Además del enfoque bioético del medioambiente –ineludible frente a la explotación de minerales y a la destrucción del ecosistema– también se investiga sobre la relación de la bioética con la salud, con la sociedad y con el derecho. Esta actividad conecta a instituciones y ciudadanos ecuatorianos y extranjeros, que se unen por el común interés de potenciar el indispensable aporte de la filosofía moral al análisis y orientación del quehacer humano.

(O)