En respuesta a recientes artículos que he leído sobre literatura juvenil y literatura en general, en Ecuador, me hace muy feliz, como lectora de libros juveniles, que haya librerías independientes y algunas iniciativas para fomentar esta categoría literaria y reunir a las personas que la leen. Es mucho más de lo que solíamos tener cuando éramos adolescentes unos años atrás; me veía forzada a buscar libros en inglés para poder leer lo que me gustaba de temas de ciencia, romance, etcétera, ya que en español no podía encontrarlo; ahora lo encuentro, pero no es suficiente, por ejemplo, queremos saber si es verdad que el libro impreso va a morir con la tecnología, o no va a morir.

Mientras se siga borrando a la literatura juvenil del mapa, seguiremos los jóvenes en las sombras; seguirá habiendo quejas de adolescentes y de jóvenes que no leen literatura ecuatoriana. Los jóvenes tenemos tiempo para leer, sin embargo nos borran de los eventos importantes. ¿A cuántos adolescentes y jóvenes autores de literatura juvenil, o que gustan de la literatura se invita a hablar en las ferias de libros? ¿Se realizan paneles con adolescentes y jóvenes para expresar nuestras opiniones? ¿Se da relevancia a los bookstagrammers, booktubers y book bloggers? Sí, los bookstagrammers y book bloggers también existen, son los apasionados por los libros, la cultura, por medio del internet.

Es difícil pedirle a un grupo de personas (a los jóvenes) que sea parte de una comunidad, cuando dicha comunidad tiene una actitud poco condescendiente (tolera poco) con nosotros.

Este es un llamado a la comunidad literaria a ser más inclusiva con nosotros. Si a veces imitamos comportamientos extranjeros, podemos imitar a otros países al dejar que los jóvenes tengamos más lugar en la sociedad y no solo que se hable de nosotros, más bien dejarnos hablar y la comunidad se dará cuenta de que tenemos mucho que decir. Dar más atención a lo que nos interesa leer del entorno literario nacional, no solo que impriman libros porque van a venderlos, sino porque realmente haya valor allí.(O)

Pamela Nicole Alvarado Paz y Miño, 22, estudiante de Comercio Exterior; Guayaquil