Hoy miles de fanáticos y seguidores de Julio Jaramillo, en todo el continente, recuerdan las cuatro décadas de su sentida desaparición física. En Guayaquil se han programado varios actos para recordar al más grande cantante ecuatoriano de todos los tiempos, especialmente por grupos creados para mantener viva su memoria y miles de canciones que por su letra, su voz y su música calaron en el sentimiento de sus admiradores.

Y esa preferencia y apego a su música se debe a que con su admirable voz supo interpretar todos los estados de ánimo de una persona, a través de bellas poesías, algunas de su propia inspiración, que con la magia del acompañamiento musical se convirtieron en los grandes éxitos musicales que lo catapultaron a la fama hasta llegar a convertirse en uno de los ídolos románticos más famosos de todo el continente. Cuando murió Julio Jaramillo nació su leyenda, pues sus canciones siguen escuchándose con más intensidad y frecuencia por todas partes: en las emisoras, televisoras, YouTube, peñas, discotecas y salones de música e inclusive en varios países se realizan concursos radiales y televisivos para escoger a los intérpretes, cuyas voces se asemejen más a la del Zorzal criollo, como también se lo denomina en el ámbito farandulero.

Hoy se le rinde homenaje al Ruiseñor de América, cuya agradable voz y presencia traspasaron las fronteras patrias, haciendo quedar muy bien al Ecuador, pues tanto en sus presentaciones internacionales como en los discos que grabó en el exterior, siempre interpretaba o incluía un pasillo nuestro, por lo que fue justicieramente declarado embajador musical de nuestra patria. Entonando sus canciones, hoy sus fanáticos recuerdan su trayectoria estelar con varios programas que se realizarán en el Museo Municipal de Guayaquil, el Cementerio Patrimonial, en el teatro José de la Cuadra, en la sede del grupo cultural Las Peñas y en cada lugar de esparcimiento musical y en las casas guayaquileñas. Los miles de canciones que grabó e interpretó Julio Jaramillo siempre han sido de espontánea aceptación de sus seguidores, pero a más de las llamadas tradicionales como Nuestro juramento o Fatalidad, es necesario rescatar algunas poco escuchadas, pero que tienen un bello y romántico mensaje como Nada más, Novia provinciana, Maldito alcohol, No me pregunten por qué, Lazarillo negro, Dime qué pasó, Mis recuerdos, Espinas, Linyera, Amiga rocola, Amor de cabaret, Señora, Se acabó el juguetito, Guitarra, Es mi súplica, Enigma, Ni me llaman ni me escriben; o los pasillos Para entonces y Juramento. También interpretó canciones a dúo con Carlos Rubira Infante, Fresia Saavedra, Lucho Bowen, Alci Acosta, Olimpo Cárdenas, Pepe Jaramillo, Lila Murillo, Ana Melba y Daniel Santos.(O)

José Gorotiza Véliz, profesor y periodista, Guayaquil