Hace poco estuve en la Cumbre China-Latinoamérica en Punta del Este, Uruguay, y es decepcionante ver que cada año se repite la historia en este tipo de foros. China organiza estas convenciones y llega con una lista de propuestas concretas; mientras que los representantes de la mayoría de países latinoamericanos llegan sin una agenda común concreta. El porqué de que pase esto es simple: tenemos autoridades que desconocen la realidad china y el potencial de su mercado y, por lo tanto, no le brindan la importancia que merece.

Hoy es un momento clave y si no tenemos una actitud propositiva, vamos a desaprovechar esta oportunidad. El Gobierno chino está enfocado en lograr que el motor del crecimiento sea el consumo interno. Según China Internet Watch, el consumo del comercio electrónico interno de venta directa  en 2017 creció a un 23,8% y, según la agencia EFE, este año en el día de los solteros que se celebra el 11 de noviembre (11/11), el portal web Taobao del Grupo Alibaba alcanzó una nueva cifra récord de venta: $ 25.386 millones vendidos en 24 horas.

La pregunta es: ¿Cómo Latinoamérica puede aprovechar el crecimiento del consumo interno chino y el auge del comercio en línea? La agenda de la región debe empujar la ventaja comparativa de Latinoamérica, que es la agricultura. El sector público y privado deben trabajar en conjunto y presentar proyectos del sector privado en el marco de estos foros donde se impulse una inversión en el agro. En los últimos meses vimos positivamente que el Gobierno de Ecuador ha realizado giras para atraer inversión, pero la delegación ecuatoriana debe llevar propuestas que nazcan del sector privado y que cuenten con el respaldo político, porque eso les transmitiría un mensaje de seguridad a los inversionistas. Los resultados no serán inmediatos, pero asegurarán nuestro futuro.

Hay tres iniciativas claras que el gigante asiático propone y en las que debemos embarcarnos responsablemente para aprovechar su nuevo eje de desarrollo. La primera es la creación de foros entre las dos regiones para enlistar soluciones comerciales. Las ciudades latinoamericanas deben procurar ser sedes de las mismas con más frecuencia. Esto ayuda al turismo y a que conozcan de cerca nuestras ventajas como productores de alimentos. En noviembre pasado se desarrollaron dos de gran relevancia: Exposición China-América Latina y el Caribe en Zhuhai, ciudad costera en la región sur de China, vecina de Hong Kong y Macao. La convención reunió a más de 523 empresas provenientes de 24 países latinoamericanos. Otra cita importante fue la XI edición de la Cumbre China-Latinoamérica y el Caribe realizada en Punta del Este, Uruguay.

La segunda iniciativa es el establecimiento de una sala de exposiciones  permanente dentro de la Zona Económica Especial de Hengqin en la ciudad de Zhuhai.

En esta zona, el Gobierno chino asignó 244.000 m² y $ 370 millones para la construcción del Parque Comercial de Cooperación China-Latinoamérica, donde potencializarán productos al mercado chino con la ayuda de las plataformas digitales. La tercera iniciativa que se implementó a partir del 1 de diciembre es la reducción de casi el 50% de los aranceles para 187 partidas de productos importados. Entre estos está el aguacate que pasó de 25% a 7% y camarón de 5% a 2%.

Ante un país-continente, Latinoamérica debe plantear estrategias en conjunto con el fin de convertirse en el proveedor de alimentos de China. (O)

* Presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China.