Cada vez más mujeres tienen acceso a cargos directivos en las empresas, lo que significa que la discriminación en razón del género es cada vez menor. Sin embargo, no es así cuando se trata de lo salarial. A pesar de que desde 1961 existen leyes sobre la igualdad entre los géneros, la brecha en los salarios de hombres y mujeres ha persistido.

Para terminar con esta desigualdad, el Parlamento de Islandia aprobó en el mes de junio del 2017, por abrumadora mayoría, una ley que exige a las compañías demostrar que están pagando igual a las mujeres y a los hombres. La ley entró en vigencia con el inicio del año 2018.

Las empresas que tengan más de 25 empleados deberán contar con una certificación de auditoría de que la diferencia de compensación, si la hubiere, se debe únicamente a factores legítimos como nivel educativo, cualificaciones o rendimiento. Las empresas de más de 250 empleados tienen hasta fines de año para obtener el certificado y las más pequeñas, hasta fines del 2021.

De esta manera, Islandia busca que la igualdad de salario sea más que una declaración legal, con una decisión que, probablemente, será imitada por otros países para que la igualdad deje de ser una aspiración y se convierta en una realidad legalmente comprobable. (O)