Después de 10 años de mal llamada “revolución” que nunca fue nada parecido a eso, es momento que todo el país empecemos a evolucionar, cada ecuatoriano, desde donde se encuentre, con la convicción de sacar adelante al país de la terrible debacle económica y moral que nos dejó Correa y grupo.

La falta de ética, moral y valores está pasando factura, gran parte de los ecuatorianos están atravesando por situaciones extremadamente difíciles que afectan de mayor manera a la clase media, más pobre que antes, ya sea por las grandes deudas que mantiene por una vivienda, un vehículo, por pagar estudios. Lo contradictorio es que muchos, sin vergüenza, hoy viven como ricos con fortunas mal habidas. Ojalá el actual presidente siga desenmascarando y a todos los culpables les haga devolver lo que se llevaron, y aplique toda la ley a las personas que han hecho del cargo público un botín económico; debe investigarlos a todos. No es posible que los ciudadanos comunes trabajemos 10 y 12 horas diarias, vivamos cada día más necesitados económicamente; mientras los que se convirtieron en nuevos millonarios creen que aún son juez y parte de todo, y que su patrón los seguirá solapando y tapando. Es tiempo de que el presidente innove el equipo de trabajo y de control en todas las áreas, es momento de dar oportunidades a nuevas generaciones, gente no política, pero sí profesional para desempeñar cualquier cargo público, es la única forma de decir que su gobierno será para el pueblo; de lo contrario volveremos a caer en el mismo círculo vicioso de siempre que nos tiene como un país subdesarrollado, corrupto y no permite evolucionar.(O)

Jinsop Albán Espinoza,
Ingeniero en Marketing, Guayaquil