En los últimos tiempos han circulado varios videos en internet y redes sociales acerca de pacientes que padecen enfermedades neurodegenerativas y que supuestamente se benefician del uso de la marihuana. Esto ha creado curiosidad y expectativa en ellos y en sus familias, y no han dudado en preguntar acerca del tema. Como es un asunto muy delicado, sujeto todavía a debate y que requiere una orientación adecuada, he considerado pertinente dedicar esta columna a compartir información veraz y actualizada de la literatura médica neurológica.

La marihuana (Cannabis sativa) y sus preparados tienen una larga historia de aplicaciones en medicina. Sus componentes activos (cannabinoides) actúan a través de receptores endógenos específicos que forman parte del llamado sistema endocannabinoide. Este sistema se localiza en diferentes zonas del sistema nervioso y juega un papel importante en muchas funciones, incluyendo la memoria, el apetito, la respuesta al estrés, la función inmune, la energía y el metabolismo. Debido a los efectos psicoactivos no deseados (euforia, ansiedad, somnolencia, descoordinación motora, desorientación, alteraciones cognitivas), el uso terapéutico del cannabis es restringido. En Estados Unidos, 23 estados han legalizado su uso para propósitos médicos. Básicamente son 4 las enfermedades neurológicas sobre las que existe información científica.

Los mayores estudios del efecto y beneficio del cannabis en pacientes con enfermedades neurológicas corresponden a la esclerosis múltiple. No obstante las investigaciones realizadas, no se han llegado a demostrar cambios objetivos; sí se ha demostrado mejoría subjetiva significativa en dolor, sueño y espasmos, propios de la enfermedad.

Ciertos modelos animales en epilepsia han mostrado resultados contrapuestos en cuanto a la excitabilidad neuronal después de las convulsiones. En humanos, los estudios han sido insuficientes y tan solo existen testimonios anecdóticos. En el momento está en marcha un estudio multicéntrico que explora el efecto de un derivado cannabidiol en ciertos tipos de epilepsia infantil farmacorresistente. Los primeros reportes publicados hace pocos meses indican beneficio en el control de las crisis. Están pendientes los resultados finales.

El efecto del sistema cannabinoide en los núcleos del cerebro, cuya función se altera en la enfermedad de Parkinson, no es del todo claro. Las investigaciones básicas en animales han demostrado resultados conflictivos. En humanos, algunos estudios reportan cierta mejoría en rigidez, temblor y lentitud. Otros, en cambio, no reportan beneficio ni en la función motora ni en la calidad de vida.

En el tratamiento de la cefalea, los estudios en animales han demostrado que los cannabinoides inhiben el disparo de las neuronas en el sistema de núcleos y vías responsables de la generación de dolor en la migraña. Hasta el momento, en humanos no hay evidencia científica de mejoría.

Queda todavía mucho por investigar. Mientras tanto, el uso informal de la marihuana en ciertas enfermedades neurológicas es una decisión y responsabilidad personal. Los médicos estaremos siempre para orientar y acompañar a nuestros pacientes en el camino de aquellas enfermedades que solo podemos aliviar. (O)