La ausencia de comunicación y libertad afectan el clima laboral. Se perciben ambientes pesados y hostiles en algunos trabajos, empleados dicen que no se sienten libres, se sienten presos y obligados, y que no se ha cumplido lo pactado en la entrevista de trabajo cuando ingresaron a laborar.

Cuando llegan al trabajo anhelan que la jornada laboral acabe para regresar a casa y ver a los suyos. Sin embargo, les guste o no, deben trabajar para un jefe que lidera pero no sabe escuchar, y recibir sus órdenes sintiéndose limitados para crecer, aportar con ideas. Todo éxito empresarial se basa en la libertad y comunicación. Detrás de un resultado positivo existe un equipo de trabajo que anhela crecer explotando sus habilidades, capacitándose y capitalizando sus conocimientos. Quien lidera una empresa, independiente de su edad, tiene que ser líder jovial, abierto al diálogo y valorar a su equipo humano, escuchar sus inquietudes, atender a sus opiniones, estar dispuesto al cambio. Todos tenemos derecho a aprender para tener éxito, no solo el jefe. El líder y su equipo no deberían llamarse “patrón y empleados”.(O)

Andrea Stefanía Figueroa Gómez, Guayaquil