Con gran beneplácito veo a diario la obra del gigantesco monumento de Guayas y Kil, inaugurado en julio anterior por la M.I. Municipalidad de Guayaquil y ubicado al ingreso de la ciudad, en la av. Pedro Menéndez Gilbert. Pero de la misma forma veo con gran desazón la obra del monumento a Eloy Alfaro, ubicado junto al anteriormente nombrado.

Y es que, por el tamaño y ubicación del primer monumento, a lo que se añade un gran letrero publicitario, se opaca y quita jerarquía y presencia a la figura de don Eloy. Viniendo de Durán a Guayaquil pasa casi desapercibido, pudiéndose apreciar recién cuando se está a escasos metros del ingreso de la ciudad.

Sugiero a las autoridades que sería bueno que el monumento a Alfaro se lo reubique en el parque situado al extremo del puente que une Durán con La Puntilla, en el cantón que precisamente lleva el nombre del Viejo Luchador. Allí se lo apreciaría mejor. (O)

Máximo León Del Rosario,
Durán