Al caminar por algunas de nuestras calles encontramos botadas una funda de helados, una servilleta, una envoltura de caramelos, botellas, etc., lo que no es digno para Guayaquil.

Esto demuestra la poca importancia y amor por la ciudad, porque no contribuimos para que siempre esté limpia. Si vemos un papel botado, en vez de recogerlo y ponerlo en un tacho de basura, lo dejamos ahí mismo, o a su vez no sacamos la basura a la hora señalada.

Si queremos mejorar esto, debemos cambiar nuestra forma de pensar y demostrar cuán importante es vivir en una ciudad sin basura. (O)

Jorge Gavilanes Arboleda, estudiante, Guayaquil