Las 07:00, la taza de café caliente, el aroma impregnando el ambiente y ya estamos listos para tomar ese sorbo que despierta nuestra alma. En la sala, el televisor encendido, en la mesa el diario listo y en el auto la radio empieza a contarnos tristes historias; los medios locales nos presentan diferentes formatos de noticia, unos de manera cruda, otros sutilmente, pero ambos encierran el mismo mensaje relacionado a la cruel delincuencia. La vida “no vale nada”, ya no basta con entregar tus pertenencias, ahora también debes entregar tu vida si llegas a poner resistencia. ¿Qué los provoca?, ¿qué los motiva?, ¿es necesario llegar a esta instancia?

Cada quien elige la vida que quiere vivir, pero nadie tiene derecho a elegir hasta cuándo vive otra persona. Ante este tipo de situaciones, no pongamos resistencia, pues la vida es más valiosa y en casa hay quienes nos esperan. (O)

Joel Elías Moscoso Villalva, Guayaquil