Hace días el Ministerio de Salud dispuso no vender antigripales, antitusígenos o con principio activo de ácido acetilsalisílico, sin receta médica. Esta medida se ha tomado para evitar la automedicación de personas que presenten síntomas de influenza, ya que hasta el 17 de mayo se registraron en el país 391 personas con esta enfermedad, de las cuales fallecieron 39. El uso de antigripales o paracetamol enmascara los síntomas, por lo que es necesario acudir al médico para un correcto diagnóstico.

La medida es acertada, pero hay que facilitar a la población el acceso al médico. Muchas personas se quejan de que cuando acuden al call center a pedir una cita, se la dan para tres o más días después, cuando la enfermedad ha progresado y, a veces, tiene complicaciones. Es probable que en circunstancias normales, la espera de varios días sea aceptable, pero si se sospecha de una epidemia y se exige la intervención de un médico, es absurdo pedir que esperen tres o más días. Hay que encontrar una solución y hacer una campaña que alerte a la ciudadanía sobre la necesidad de un diagnóstico médico. (O)