“El bien mayor sobre el bien menor”, el axioma que describe la frase es un principio ético que comunistas autotitulándose revolucionarios no lo entienden, en especial queda en evidencia cuando priorizan el gobernar sobre ideologías y no sobre el bien común de la sociedad, pues pretenden convencer que la reunión de adeptos a sus ideas, en todas las provincias, es el procedimiento de socializar el socialismo del siglo XXI.

El bien de adeptos a tal ideología no puede estar por encima del bien común de la ciudadanía, ya lo expuso la máxima autoridad moral y en sus recomendaciones está el no gobernar por ideologías. Para que entiendan los ideólogos, voy a referirme a un ejemplo que todos sabemos: dos madres se peleaban la pertenencia de un hijo, las dos eran un bien para la existencia del niño, sin embargo el bien mayor era y es que la verdadera madre fuera quien asumiera la pertenencia. El rey Salomón para determinar quién tenía derecho a la pertenencia del niño, en presencia de las dos, planteó cortarlo a la mitad para que cada madre se llevara su parte, la verdadera madre se opuso y en ese caso cedía sus derechos; el rey decidió que el niño pasara a pertenencia de su verdadera madre, con lo que el bien mayor triunfó sobre el bien menor. Este principio ya constaba en la Constitución de 2008, sin embargo, ideólogos pretenden que el perennizarse en el poder esté por encima del bien mayor de una ciudadanía de ser gobernada por el principio de alternabilidad.

Se llenaban la boca diciendo que la Constitución era para que durara 300 años, no han pasado 10, y con pretextos ya pretenden remendarla irrumpiendo el sentido común, a criterio de quienes ostentan un poder; no han comprendido que el bien mayor está sobre el bien menor, y que hay que ser demócratas y no jueces y parte de socializaciones en reuniones con adeptos, donde la participación debería haberse hecho, y debe ser, a cielo abierto.(O)

Salvador Loffredo Autheman, ingeniero civil, Guayaquil