La tabla modificada que hace pocos días presentó el Consep (Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas) no contribuye mayormente a mitigar o solucionar el drama de la adicción que viven muchos hogares ecuatorianos.

A mi criterio, la tabla no está sintonizada con el punto de vista y rectificación solicitada por el presidente de la República, quien en la sabatina se mostró profundamente conmovido al conocer del suicidio de un hombre en un sector marginal de Guayaquil, por el hecho de que seis de sus hijos se encontraban inmersos en adicción a la droga llamada “hache”.

No es lo mismo heroína que hache.

La heroína (diacetilmorfina) es un producto semisintético derivado de la morfina y no es utilizada con fines médicos, solo se la encuentra en el mercado ilegal; es usada por los drogadictos por vía venosa, aunque como consecuencia del sida, esa vía está siendo desplazada por el consumo esnifado y fumado, su uso comparado con otras drogas como la cocaína y la marihuana es casi marginal. La tabla del Consep establece para esta droga nuevas escalas mínimas medianas y altas, cuyos valores de peso neto se superponen, lo cual puede ser objeto de alegato al momento de fijar las penas. La dosis analgésica mínima de la heroína, ronda de 5 a 7 miligramos (la tabla fija mínimo 100 miligramos netos), significa que cada 100 miligramos poseen alrededor de 20 dosis mínimas; esto proporciona una idea de su potencial cuando es pura. La dosis mortal media depende de factores personales, como todas las drogas, pero puede establecerse entre 2 y 3 mg/kg de peso, administrada de una vez.

La hache, según la directora de comunicación del Consep, es básicamente heroína (?) con sustancias nocivas (?); pero no presenta evidencias científicas que soporten su afirmación, debería precisar cuantitativamente cuál es el porcentaje (%) de heroína y cuál es el de identificación de las sustancias nocivas presentes en una dosis neta de 100 miligramos. La información correcta técnico-científica, debe provenir de los profesionales químicos especialistas que trabajan en los laboratorios de criminalística que ha implementado y equipado el Gobierno nacional. Sobre los resultados obtenidos, establecer una tabla realista que contribuya a mitigar el problema social que enfrentamos. En muchas mezclas, rara vez el principal componente supera el 5%, y los adulterantes combinados generalmente son otros fármacos o impurezas depresores del SNC –sistema nervioso central– o altamente psicoactivos a dosis bajas. (O)

Walter V. Herrera Argüello, químico farmacéutico, catedrático; Guayaquil