Nuestra Armada es una institución de tradiciones, las que a través del tiempo se las mantiene y son las que alimentan el espíritu de los hombres de mar que con orgullo la sirven.
El lema del marino ecuatoriano es vencer o morir, es una gran responsabilidad para con la patria sagrada. Para nutrir mi alma de civismo, visité la Base Naval sur de Guayaquil, en una pared del edificio hay un pensamiento que dice: “Ser un guerrero del mar es estar formado de un inalienable e indestructible compuesto de lealtad, honestidad, disciplina, inteligencia, empatía, tolerancia, honradez, agua marina y acero”. Es aceptar con orgullo el sacrificio de horas y momentos valiosos con la familia, en pro de la patria. Es saber invertir el viento y la corriente a favor. Es vencer las propias debilidades. Es buscar el camino para las soluciones. Es querer dejar huellas para merecer haber nacido. Los miembros de la Armada del Ecuador tienen pasión por ella, la viven, buscan su mejor rumbo, la consideran su casa y su existencia. (O)
Franklin Alvarado, sargento de Infantería de Marina (SP), Guayaquil