Aun cuando la problemática del tránsito de la ciudad es muy compleja y de difícil control y solución, la vía Perimetral, primer anillo de tránsito circundante de Guayaquil que enlaza desde el norte hacia el sur y viceversa, con interconexiones hacia el oeste y este, constituye un caso especial por su sobresaturación vehicular como por el desorden, a consecuencia de la creciente densidad poblacional que se desarrolla a lo largo de su mayor parte de recorrido, con asentamientos de alrededor de 400.000 personas.

Combatida a partir de la década del 80, tiempo de su ejecución y posterior operación, más con argumentaciones de rasgos políticos, poca visión proyectiva y menos con criterios técnicos de planificación vial; acercándose a casi tres décadas de uso, la vía ha justificado plenamente su inclusión en la red urbana de tránsito.

Actualmente su utilización rebasa los requerimientos solicitados, debido a la creciente extensión física que caracteriza a Guayaquil, muy ligada al desmesurado crecimiento del parque automotor. Es necesario determinar consideraciones que permitan reformular sus funciones para las cuales fue construida:

1) Programación y desarrollo de señalamientos y medidas normativas de orden físico-vial y de difusión de satisfactores de orden social y psicológicos, como requisitos preliminares de funcionamiento que permitan comprender la complejidad del problema, ejercer el control del tránsito y superar los conflictos urbanos que caracterizan a la vía Perimetral, y su relación con la aportación al sector productivo, de servicios y calidad de la viabilidad. 2) Formulación de un plan de ordenamiento y regulaciones de la circulación vial y la actividad peatonal, capaz de provocar el correcto desempeño de acciones de tránsito, complementado por una gestión de cooperación ciudadana; condicionado a conceptos de prevención, instrucción y correcciones organizadas y puntuales. 3) Estudio, trazado y planificación del segundo anillo de tránsito circundante, como requisito indispensable de la expansión territorial y desarrollo social y económico de Guayaquil, que constituya un nuevo receptor del creciente flujo vehicular relacionado con el sector productivo, un factor positivo del sistema vial que permita vincular territorios extremos, descongestionar la vía Perimetral y demás vías de transito intenso; así como optimizar de manera ordenada la interconectividad urbana.(O)

Jorge Alberto Cabello Farah, arquitecto urbanista, Guayaquil