La grandeza espiritual ayuda a conducir los actos políticos a la convivencia pacífica, más allá de las leyes que en muchos casos sus vacíos y contradicciones llevan al debate interminable.

Los grandes estadistas cuyas biografías registra la historia, han exaltado siempre una virtud de nobleza con sus enemigos políticos antes que actos de revanchas, aun siendo justificados. La historia que leerán las futuras generaciones, ellas la juzgarán en su debida dimensión.(O)

Manuel Alejandro Ojeda Fuentes, licenciado, Guayaquil