El término industria no se refiere a plantas manufactureras sino a grupos empresariales que forman conglomerados de actividad económica, así tenemos la industria bancaria, la industria comercial, la industria turística, la tecnológica, etcétera. La industria del bienestar abarca a todos los partícipes que fabrican y distribuyen productos para mejorar la salud, cuidado personal, moda deportiva, etcétera; es junto a la industria tecnológica la de crecimiento más agresivo.
Cuando las industrias (los conglomerados empresariales) prosperan, toda la economía nacional lo hace también porque los partícipes y sus respectivos valores agregados convergen generando actividad y ganancias, de tal manera que es imprescindible promover su creación. A través del tiempo he visto cómo se han creado industrias en este país y también cómo han desaparecido. Hablaré sobre una actual relacionada con la industria del bienestar: el entrenamiento físico funcional bajo la marca comercial crossfit. Durante muchos años ha habido gimnasios de casi todos los tipos, profesores de educación física (subestimados en la mayoría de los casos por muchas razones) pero el fenómeno crossfit es algo jamás experimentado antes, ni en la época de Jane Fonda o con los aeróbicos. Sucede que, a mi criterio, ha convergido el tiempo correcto con las herramientas correctas, hoy existe más conciencia del cuidado del cuerpo y la salud que la que había hace tan solo 20 años, pero además, a la visión de emprendedores que arriesgaron y subieron sus apuestas por algo nunca antes visto: gimnasios de entrenamiento funcional donde se agrupaba el cuidado médico, las vitaminas, la ropa, los accesorios y el deseo de romper con los paradigmas individuales de los partícipes; de esto muchos hacen sus vidas decentemente. ¿Había hace dos años algo parecido?, no, así se crea riqueza y prosperidad en las naciones. Los estados y los gobiernos seccionales deberían promover iniciativas para crear industrias, promover inversiones, sobre todo de carreras que estén asociadas con tendencias en crecimiento, solo así podremos aspirar a ser prósperos como nación.
Carlos Ricardo Jurado Peralta, economista, Guayaquil