Estuvimos en una misa de acción de gracias el día sábado 27 de septiembre, en la iglesia María Auxiliadora de la ciudad, las exalumnas del desaparecido colegio Dolores Baquerizo.

La misa era por haber compartido en el camino de nuestras vidas siendo aún alumnas, con Dolores Baquerizo Valenzuela, rectora de nuestro colegio de señoritas que llevó su mismo nombre; sus hijas espirituales, autodenominadas Las Lolitas, asistimos en cantidad al acto solemne.

La distinción y éxito de nuestro amado colegio se debió esencialmente a la firme conducción y vínculo constante entre Dolores Lolita Baquerizo Valenzuela como rectora, padres, alumnas y profesorado; como en adquirir conocimientos y fortalecer valores en la educación, el deporte, el arte y la cultura.

Nos prepararon con excelencia en todos los ámbitos para el sistema social-laboral que nos esperaba cuando salíamos graduadas del colegio y estábamos calificadas para cumplir nuestro cometido de bachilleres perito contables, secretarias taquígrafas.

Y como corolario del éxito éramos llamadas por el campo empresarial para cubrir esas áreas.

Con una muy buena remuneración respondíamos a las demandas que la sociedad de la época exigía de nosotras.

Es un reconocimiento público que Dolores Baquerizo Valenzuela es un ícono en nuestro país y ciudad, en calidad de educadora.

Gladys Silva de Garzón, Guayaquil