“Sinvergüenza”, “ignorante”, “odiado”, “cobarde”, “disfrazado de caricaturista”... son los abyectos epítetos con los cuales se ha humillado a Bonil, caricaturista de EL UNIVERSO.

“Sinvergüenza.- Pícaro, bribón...

“Ignorante.- Que no tiene instrucción, sinónimo de analfabeto. Asno...

“Odiar.- Fastidio. Tener odio. Antipatía y aversión hacia alguna cosa o persona cuyo mal se desea.

“Cobarde.- Sinónimo de miedoso. Pusilánime, sin valor ni espíritu.

“Disfrazar.- Desfigurar la forma o las apariencias naturales de las cosas. Disimular, desfigurar con palabras y expresiones lo que se siente”.

Esto dicen los diccionarios Larousse Ilustrado y el de la Lengua Española Océano. Con estas expresiones ofensivas se vilipendia al genial Bonil, reconocido caricaturista a nivel internacional. Es penoso leer y oír los calificativos mencionados, impropios de una autoridad de altísimo poder, especialmente al no presentarse primero las razones que respaldan el botafuegos. No importa que uno sea humilde y el otro una máxima autoridad, todos los ecuatorianos merecemos respeto en el trato. Antes de calificar a Bonil, lo importante sería comunicar al país las terribles pruebas adquiridas de forma ilícita, que supuestamente reposan en la computadora y los equipos electrónicos sustraídos de la casa del señor Villavicencio. ¿Será su “crimen” más peligroso que el de Assange refugiado cómodamente en Londres? Mis condolencias a Diario EL UNIVERSO por la injusta multa. ¿Los agravios endilgados a Bonil podrían servir de base para un juicio por insultos a la honra?

Alfredo R. Suárez Ramírez,
Guayaquil