Estoy en edad de jubilación y toda mi vida jugué y vi fútbol como una pasión que nació y nunca morirá, por lo que con algún derecho quiero hacer el siguiente comentario.
A pesar de no estar de acuerdo con ciertos estudiosos periodistas del deporte, tengo que decir que solo dos jugadores de fútbol han llenado más allá de cualquier expectativa, llegando a la idolatría en el fútbol por sus conocimientos, sangre fría y exquisitez para jugar; el uno fue Jorge Bolaños Carrasco, para mí, el mejor de todos los tiempos, cuando debutó en el fútbol le preguntó al entrenador las indicaciones para jugar y el DT le dijo: “Anda y juega lo que tú sabes”; y el otro es Jaime Iván Kaviedes y no entiendo por qué tanto odio, sí, tanta envidia que nace de ciertas personas que comentan de él en radio y televisión, escriben, y viven de esta manera del fútbol. Este futbolista con la pelota en el césped solo dio alegría de la que nos gusta en este deporte, con el don que Dios le dio; posiblemente se equivocó, se desperdició, pudo llegar más alto, pero lo que quiero es que ya no vivan de su imagen. Déjenlo en paz, él es una leyenda viviente, aún puede brindar espectáculo, eso es bueno para el deporte.
Milton Huamán Montesdeoca,
ingeniero, Guayaquil