Decenas de empleados que trabajan en la zona comercial sobre la avenida José Joaquín Orrantia, norte de Guayaquil, acudieron la mañana de este miércoles, 15 de octubre, a sus oficinas para empezar su jornada laboral.

Esto un día después de la fuerte explosión en el sector, provocada por un vehículo que tenía en su interior una gran cantidad de carga explosiva.

Esta mañana, al llegar al punto, varios trabajadores se encontraban con las vías aún cerradas y con la noticia de que no podían ingresar a los edificios.

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En el sitio, al menos diez edificaciones quedaron afectadas significativamente debido a la onda expansiva.

En la calle aún se veían escombros, las fachadas de edificios rotas, pedazos grandes y pequeños de vidrios en el suelo, y aún permanecían piezas de vehículos sobre la calle.

Los trabajadores de dichos establecimientos se acercaban con mochilas para entrar a sus oficinas. Todos ingresaban caminando, ya que el paso vehicular en la Joaquín José Orrantia estaba bloqueado.

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Diana Coveño empezaba su jornada a las 09:00. Ella llegó cerca de las 08:00, pero no pudo pasar más allá del paso peatonal que hay en esa vía.

“Ahorita pregunté si podíamos por lo menos ingresar a sacar la laptop, porque nosotros hacemos asesorías. Nos dijeron que no podemos pasar. Estoy esperando que mi jefa nos diga si el administrador nos deja al menos retirar las computadoras. Nuestras oficinas están frente al mall y nos dicen que todas las ventanas están rotas”, comentó la colaboradora.

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La calle donde ocurrió la detonación estaba cerrada de un extremo al otro.

Detrás de una cinta colocada por la Policía Nacional se ubicaban varios colaboradores que intentaban pasar a sus trabajos.

José Tapia también pasaba la misma situación. En su caso, él trabaja en el quinto piso de un edificio cuya fachada está destruida.

“Ahorita no hay cómo pasar. Todos quieren ingresar a ver en qué situación está el edificio, pero no nos dejan”, sostuvo el ciudadano.

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Un caso similar atravesó Marita Avilés, quien estaba con dos compañeros de trabajo al pie del edificio donde ellos trabajan.

En la parte baja de la edificación había pedazos de vidrios que impedían el paso peatonal.

Lo que ellas buscaban era ingresar a las oficinas y coger sus computadoras para trabajar de forma virtual.

Hasta las 10:00, las vías estuvieron cerradas al paso vehicular debido a que personal de la Policía Nacional se encontraba aún realizando los procedimientos correspondientes. (I)