Este jueves en Guayaquil y Durán se vivió una de las jornadas más violentas de los últimos meses. Primero se reportó un robo al estilo sacapintas en un centro comercial de La Kennedy (hubo dos detenidos); minutos después, un intento de robo en una cooperativa de ahorros del centro de Guayaquil, que dejó herido de bala a un guardia; y de ahí, una serie de ataques al estilo sicariato, que causó un total de cuatro muertos y cuatro heridos.

Dos hombres fueron asesinados en el Guasmo casi de forma simultánea; uno de ellos recibió 17 tiros. Luego, en el cerro Las Cabras, en Durán, una mujer murió y dos hombres fueron heridos cuando sicarios pasaron en un carro afuera de su casa y abrieron fuego contra un velorio; incluso lanzaron una granada en el barrio.

Durán. - 15 /10/2021 En el cerro Las Cabras una mujer murió este jueves y sus dos familiares resultaron heridos cuando pasaban por un velorio, a pocos metros de su casa. Foto: Jorge Guzmán Foto: El Universo

Pero la lucha entre bandas no daba tregua. Ese mismo día, dos guardias de seguridad de Trinipuerto fueron heridos de bala cuando iban por la isla Trinitaria. En la noche, en el bloque 10 de Bastión Popular, un hombre de 23 años fue acribillado.

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Todo esto ocurrió en unas pocas horas en medio de una intervención policial que ya lleva mes y medio en Guayaquil y Durán, y en la que se han dado solo cinco detenciones.

“Una persona fue detenida en un robo flagrante; otros dos, en un secuestro extorsivo; y este jueves, dos hombres en la isla Trinitaria por porte ilegal de armas”, contó el coronel Gustavo Pérez, quien está encargado de la intervención del sur de la urbe.

Al menos 250 policías de grupo élite llegaron a Guayaquil para participar de los operativos que se han dado en puntos críticos. Foto: cortesía

El policía explicó que las zonas donde se dieron los sicariatos sí son parte de la intervención y que, pese a los casos recientes, las estadísticas de muertes violentas van a la baja.

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Mientras tanto, la ciudadanía dice ser consciente de que, mientras la violencia siga en las cárceles, las calles de Guayaquil van a representar un peligro constante.

“Uno sale a trabajar, a hacer compras, a visitar a su mamá o al gimnasio, pero no sabes en qué semáforo van a matar al que está junto a ti y si vas a ser una víctima colateral de toda esta guerra”, comentaba este viernes Galo Enríquez, cuando se dirigía a una entidad bancaria del sur, pues por los problemas en la plataforma del Banco Pichincha algunas empresas pagaron a su empleados mediante cheque.

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Con todos los asaltos de sacapintas registrados en las últimas semanas, la gente va con temor a las entidades bancarias. Hay una paranoia extrema. Todos se miran con desconfianza y el guardia está muy atento a cualquier movimiento.

Guayaquil. - 15/10/2021 COE de Guayaquil autoriza a las agencias bancarias a operar con el 100 % de aforo  FOTO Jorge Guzman  Foto: El Universo

“Si quiere ver la hora pregúntele al que está atrás, pero no saque el teléfono”, le dijo el guardia a Enríquez. El hombre en la fila no protestó.

Este año se han registrado 162 denuncias por robos al estilo sacapintas y la Policía Judicial ha detenido a 97 personas por este delito. Pero no todas las víctimas denuncian, y así es complicado judicializar estos casos. El fiscal necesita un testimonio para acusar y el juez para sentenciar.

Un ciudadano chino, a quien le robaron 40.000 dólares el 21 de septiembre cuando llegaba a un banco del norte de Guayaquil, no puso la denuncia y la ley tampoco permite investigar de dónde provenía el dinero robado, porque eso sería revictimizar a la víctima.

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“Por eso hay sujetos que tienen hasta diez detenciones”, explica el coronel Walter Villarroel, subjefe de la PJ.

El uniformado indica que muchos llegan a un acuerdo reparatorio y se ponen de acuerdo con la víctima en la Fiscalía de Flagrancia, para ya no poner denuncia, y sin denuncia no se los puede retener.

Dos sacapintas robaron $15 mil a mujeres que salían de agencia de bancaria del centro de Guayaquil. Foto: cortesia

Andrés Galárraga, abogado penalista, asegura que el problema son las leyes. “Son prodelincuencia, por eso es importante que se modifique lo más pronto posible el COIP”, expresó.

Galárraga sostiene que muchos delincuentes en el proceso judicial se acogen al procedimiento abreviado (se declaran culpables y no hay juicio), por lo que obtienen la tercera parte de la pena mínima. Por robo, el artículo 189 del Código Orgánico Integral Penal determina una pena de 3 a 5 años.

“Si se acoge al abreviado, el delincuente obtiene un año de sentencia, y al cumplir el 60 % de la pena (siete meses) puede pedir la prelibertad”, por eso entran y salen de la cárcel. Manejan las leyes mejor que los abogados. (I)